domingo, 29 de noviembre de 2015

Tema 1.1. La sociedad del conocimiento: sociedad de la información.



            En primer lugar, en el presente tema vamos a establecer diferencias entre la sociedad de la información, la sociedad red y la sociedad del conocimiento.

La sociedad de la información ha sido definida por Raúl Trejo Delarbre mediante diez rasgos: exuberancia, omnipresencia, irradiación, velocidad, multilateralidad/centralidad, interactividad/unilateridad, desigualdad, heterogeneidad, desorientación y ciudadanía pasiva. A continuación, vamos a profundizar y ejemplificar algunos de sus rasgos:

Con omnipresencia nos referimos a que la información forma parte de la vida pública contemporánea (que implica a varias generaciones) y de nuestra vida privada. Además, los medios de comunicación se han convertido en un espacio interactivo esencial. Por ejemplo: abuelos, padres y nietos han sido testigos del desarrollo de la televisión, pero cada generación lo ha vivido en edades y contextos distintos. Por tanto, cada uno tendrá unas vivencias y opiniones personales sobre sus programas favoritos, el tiempo de ocio dedicado, los acontecimientos importantes retransmitidos (muerte de Franco, caída de las torres gemelas,11-M, etc.).

Respecto a la irradiación (difusión), cabe destacar como las barreras geográficas son difuminadas por la amplia gama de posibilidades para establecer contacto con personas de todo el mundo, incluso desconocidas. Prueba de ello son las redes sociales mundiales como: Facebook, MySpace o Twitter.

Otro rasgo es la velocidad, ya que la comunicación, salvo fallas técnicas, es instantánea. Esto es posible gracias a la existencia de mecanismos que permiten establecer comunicación simultánea a  precios más bajos que los de la telefonía tradicional. Algunas ejemplos son: Skype o Whatssap.

En cuanto a la interactividad/unilateridad: los nuevos instrumentos de propagación de información permiten a sus usuarios ser consumidores, pero también productores. De hecho, hay personas que están comenzando a ganarse la vida siendo productores en plataformas como Youtube. No obstante, la mayoría de usuarios de Internet son usuarios pasivos de contenidos ya existentes.

Otro aspecto a destacar es la desigualdad. Ha sido casi inevitable que Internet reproduzca las desigualdades más notables entre países. Mientras los países más desarrollados extienden el acceso a la red de redes, los países más pobres quedan anclados en sociedades prácticamente incomunicadas. Un concepto estrechamente relacionado con este rasgo es la "brecha digital" o "división digital". En este sentido, pueden resultar muy interesantes proyectos como el de Sugata Mitra, llamado "Agujero en la pared", con el que se pretende demostrar que los niños, en grupos, son capaces de instruirse solos,  mediante la búsqueda en Internet.

Respecto a la heterogeneidad, en los medios de comunicación e Internet se multiplican las opiniones, actitudes, y pensamientos presentes en las sociedades. Por un lado, ha sido posible la difusión de arte, creatividad, inteligencia,… Por otro lado, la propagación de prejuicios, rivalidades, abusos e insolencias ha llegado a provocar mayores conflictos en la vida real. Por ejemplo, hace unas semanas se utilizó en Twitter el hashtag “UnidosVsMagisterio”, incrementando las tensiones existentes entre estudiantes de distintas carreras universitarias.

Por último, la desorientación, ya que la ingente cantidad de datos a los que se puede acceder no solo favorece nuestro desarrollo social y personal, sino que puede provocar un aturdimiento personal y colectivo. Por ejemplo: los foros de Internet en los que gente anónima pregunta a desconocidos cómo solucionar sus problemas.






domingo, 15 de noviembre de 2015

Sociedad de la información. Conocimiento y no conocimiento.



         A partir del concepto “sociedad de la información” surge la necesidad de un aprendizaje a lo largo de toda la vida. Por ello, en el ámbito de la gestión del conocimiento, una de las competencias sobre la que más se ha trabajado ha sido la relacionada con las actitudes que facilitan la creación y difusión del conocimiento, así como las que preparan para el aprendizaje a lo largo de la vida (O'Sullivan, 2002).

En cuanto a los profesionales de la enseñanza, han de ser formados para que sepan interactuar de forma efectiva con la información, es decir, para que sean competentes informacionalmente, lo que permitirá elaborar un currículum más completo.

El concepto de “competencia informacional” ha sido ampliamente estudiado en los distintos niveles de los entornos educativos, en los que existen iniciativas que pretenden normalizar su formación. Otro concepto que surge en relación con los anteriores es la “pedagogía informacional”, consistente en un nuevo enfoque pedagógico centrado en facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje a partir de una correcta utilización, asimilación y procesamiento de la información.

CONOCIMIENTO Y NO CONOCIMIENTO

El conocimiento es un conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el aprendizaje (a posteriori). Grosso modo, se trata de la posesión de múltiples datos interrelacionados.

Ahora bien, la transformación de una información en conocimiento exige un trabajo de reflexión, porque de por sí, una información sólo es un dato bruto, es la materia prima de la elaboración de un conocimiento. De esta manera, la información puede ser un “no-conocimiento”. Por tanto, la conversión de la información en conocimiento requiere el dominio de algunas competencias (críticas, teóricas, cognitivas), las cuales son fomentadas por la sociedad del conocimiento.

Internet ofrece ejemplos particularmente ilustrativos de ello. Según algunas estimaciones la mitad de las informaciones que circulan por este medio son falsas o inexactas, y las redes propician la difusión de rumores.

Por ejemplo: en la actualidad, existe una gran cantidad de vídeos tutoriales en Youtube dirigidos a la transmisión de información sobre maquillaje, peluquería, etc. Sin embargo, debemos adoptar ciertas precauciones con estas fuentes de información cuyos emisores pueden o no ser profesionales en el tema. Además, esta información no suele ser sometida a comparación y crítica por sus receptores, lo que puede conducir a la difusión de información errónea o no apta para todas las personas.

Otro ejemplo es la variedad de maneras en que una misma noticia es contada en cada periódico. De hecho, la manera de transmitir información, sobre todo, relacionada con el ámbito político suele manifestar las tendencias de los periódicos (El País de izquierdas, el ABC de derechas,...). Ante esta situación, cada individuo tendrá que contrastar la misma información (una misma noticia) en distintas fuentes para crearse una opinión más objetiva, completa y global. Un caso concreto que ejemplifica esta situación son las variaciones en los datos que ejemplifica esta situación son las variaciones en los datos aportados por la TV, periódicos, sindicatos,... sobre el número de manifestantes que acuden a una huelga.

Por último, frente a la gran cantidad de informaciones presentes en la sociedad del conocimiento, es completamente necesario el acceso al conocimiento, el cual permitirá a las personas “orientarse en el pensamiento” desarrollando su objetividad, capacidad crítica, autonomía, etc.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Tema 1.2. Estructuras políticas, sociales, económicas, culturales e institucionales y su influencia en la educación


           Cuando hablamos del concepto “estructura”, hemos de tener en cuenta que las personas tenemos necesidades básicas, entre las que cabe destacar:

-La conservación: referida a la supervivencia física dentro de un ambiente y en relación con los otros. Por ejemplo, el alimento, la vivienda o la vestimenta.
-La reproducción: entendida como la prolongación de la especie a lo largo de distintas del tiempo y de las distintas etapas históricas.
-La expresión: referente a la necesidad de comunicación del hombre con sus semejantes, a través de señales, símbolos o el lenguaje. Por tanto, esta necesidad básica es la que más nos interesa desde la perspectiva de la Sociología.


Desde pequeños, aunque nos den unas pautas de comportamiento y tengamos capacidad de razonar, intentamos solventar nuestros problemas y necesidades mediante un proceso de ensayo (basado en el error y el acierto). En la medida en que acertamos realizando ciertos comportamientos (obteniendo consecuencias positivas), éstos se continúan y se crean hábitos sociales. Además, si resultan eficientes, se convierten en costumbres; y si éstas se establecen como algo definitivo pasan a ser instituciones sociales. Por ejemplo, el establecimiento de la necesidad de ordenadores en clases.


En cuanto al concepto “institución”, se puede definir como una forma de organización específica de los seres humanos, regulada por un conjunto de normas y con una función concreta dentro de la sociedad.
Las instituciones más importantes en una sociedad son la familia, la escuela y el Estado. Y todas son interdependientes, ya que, por ejemplo, no podríamos concebir el Estado de manera completamente independiente a la familia, la escuela o la sanidad.

La familia es una institución universal, todas las personas nacen en una y tienden a crear una propia, por tanto, podemos afirmar que es la más importante. Además, posee una característica que no comparte con otras instituciones, la multifuncionalidad. De hecho, aún existen sociedades en las que la familia sigue ejerciendo las funciones educativas, religiosas protectoras, productivas y recreativas. Por ejemplo: una familia que infunde el hábito de ir a misa los domingos, suele realizar escapadas de fin de semana o educa en el racismo.

La segunda institución más universal y potente es la educativa. Como la anterior, es una institución social orientada a la formación, transmisión y comunicación de conocimiento, habilidades y valores de la sociedad. Pero la educación no se limita a la escuela (entendida como el compuesto de educación formal, no formal e informal). Si profundizamos en la labor de la escuela, podemos vislumbras intenciones que van más allá del currículum, y que forman parte del llamado “currículum oculto”. Por esta razón, se transmiten valores como la disciplina estableciendo horarios de entrada y salida o las normas de clase. 
De esta manera, la institución educativa prepara a los niños para desempeñar sus futuros trabajos y, en definitiva, para vivir en sociedad; siendo considerada la escolaridad como una vía para el logro de oportunidades.