Cuando
hablamos del concepto “estructura”, hemos de tener en cuenta que las personas
tenemos necesidades básicas, entre las que cabe destacar:
-La
conservación: referida a la supervivencia física dentro de un ambiente y en
relación con los otros. Por ejemplo, el alimento, la vivienda o la vestimenta.
-La
reproducción: entendida como la prolongación de la especie a lo largo de
distintas del tiempo y de las distintas etapas históricas.
-La
expresión: referente a la necesidad de comunicación del hombre con sus semejantes,
a través de señales, símbolos o el lenguaje. Por tanto, esta necesidad básica
es la que más nos interesa desde la perspectiva de la Sociología.
Desde
pequeños, aunque nos den unas pautas de comportamiento y tengamos capacidad de
razonar, intentamos solventar nuestros problemas y necesidades mediante un
proceso de ensayo (basado en el error y el acierto). En la medida en que
acertamos realizando ciertos comportamientos (obteniendo consecuencias
positivas), éstos se continúan y se crean hábitos sociales. Además, si resultan
eficientes, se convierten en costumbres; y si éstas se establecen como algo
definitivo pasan a ser instituciones sociales. Por ejemplo, el establecimiento
de la necesidad de ordenadores en clases.
En
cuanto al concepto “institución”, se puede definir como una forma de organización
específica de los seres humanos, regulada por un conjunto de normas y con una
función concreta dentro de la sociedad.
Las
instituciones más importantes en una sociedad son la familia, la escuela y el
Estado. Y todas son interdependientes, ya que, por ejemplo, no podríamos
concebir el Estado de manera completamente independiente a la familia, la
escuela o la sanidad.
La
familia
es una institución universal, todas las personas nacen en una y tienden a crear
una propia, por tanto, podemos afirmar que es la más importante. Además, posee
una característica que no comparte con otras instituciones, la multifuncionalidad.
De hecho, aún existen sociedades en las que la familia sigue ejerciendo las
funciones educativas, religiosas protectoras, productivas y recreativas. Por
ejemplo: una familia que infunde el hábito de ir a misa los domingos, suele
realizar escapadas de fin de semana o educa en el racismo.
La
segunda institución más universal y potente es la educativa. Como la
anterior, es una institución social orientada a la formación, transmisión y comunicación
de conocimiento, habilidades y valores de la sociedad. Pero la educación no se
limita a la escuela (entendida como el compuesto de educación formal, no formal
e informal). Si profundizamos en la labor de la escuela, podemos vislumbras
intenciones que van más allá del currículum, y que forman parte del llamado “currículum
oculto”. Por esta razón, se transmiten valores como la disciplina estableciendo
horarios de entrada y salida o las normas de clase.
De esta manera, la institución educativa prepara a los niños para desempeñar sus futuros trabajos y, en definitiva, para vivir en sociedad; siendo considerada la escolaridad como una vía para el logro de oportunidades.
De esta manera, la institución educativa prepara a los niños para desempeñar sus futuros trabajos y, en definitiva, para vivir en sociedad; siendo considerada la escolaridad como una vía para el logro de oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario