viernes, 29 de mayo de 2015



ARTÍCULO DEL DIARIO “EL MUNDO”:

ASÍ SERÁ LA ESCUELA EN 2030.

En el presente artículo, se nos ofrece una visión sobre la evolución de la educación durante los próximos 15 años, que supondrá un cambio de 360 grados, no solo en el ámbito educativo, también en la sociedad en general.
Este gran cambio en el sector educativo estaría muy afectado por la revolución tecnológica. Ya que, en los próximos 15 años, la irrupción de Internet en las aulas irá cambiar por completo las formas tradicionales de aprendizaje y el papel de los estudiantes, docentes y padres.

Además, expertos internacionales han concluido que la escuela cambiará en los siguientes aspectos: el profesor no se limitará a transmitir conocimientos en clases magistrales, tendrá también que guiar al alumno en su propio aprendizaje, el currículo será personalizado, se valorarán las habilidades personales y prácticas más que los contenidos académicos, Internet será la fuente de conocimiento, el inglés se consolidará como lengua global de enseñanza y la educación será más cara.

Sin embargo, estas previsiones pueden acarrear distintos problemas: puede que los profesores no puedan abarcar el currículo personalizado de tantos alumnos como hay en las aulas en la actualidad (en aumento en los últimos años), la valoración de las competencias (habilidades prácticas y personales) sobre los contenidos teóricos, si no se realizan de manera muy coordinado y precisa pueden acarrear insuficiencias en el conocimiento teórico de los niños, el inglés puede tardar más tiempo en consolidarse en España dado el retraso del país respecto a otros países en la introducción de esta lengua extranjera y una educación más cara puede acrecentar la brecha social entre las clases medias-altas y las clase pobre.

Los profesores entrevistados coinciden en la sustitución de las clases magistrales por metodologías como el flipped classroom”en el que los estudiantes se convierten en transmisores de sus propios aprendizajes, mientras el profesor les guía y acompaña en este proceso. También, muchos profesores conciben Internet con la futura y fundamental fuente de conocimientos para los estudiantes, incluso por encima del colegio, el entorno del alumnado o las instituciones culturales.
Por lo tanto, parece que la mayoría de los profesores están bastante informados de los grandes cambios que se avecinan al mundo de la enseñanza. Pero el uso de Internet como fuente de información esencial requiere grandes avances en el ámbito tecnológico. Ya que, se deberán crear estructuras digitales seguras y adecuadas que proporcionen información adecuada para todos los niveles educativos. En la actualidad, existen estructuras como “Google académico”, que filtra gran cantidad de contenidos que sirven para la educación superior, ofreciendo artículos de revistas, libros, trabajos colectivos… pero este tipo de soporte no sería adecuado para la educación primaria dada la complejidad de la mayoría de sus contenidos. En este caso, deberíamos plantearnos si realmente es posible crear soportes informáticos (a parte de los libros digitales y libros adaptados a estas edades) que filtren información adecuada a los distintos cursos y fases de la enseñanza.

Los alumnos se convertirán en los protagonistas de su aprendizaje, lo que les llevará a ser más exigentes y querrán obtener una mayor explicación sobre el motivo de sus notas (por parte del profesor), a ello se le suma el emborronamiento de las líneas jerárquicas profesor-alumno con la desaparición de las clases magistrales. Las consecuencias de estos factores pueden ser: la infravaloración de la figura del profesor por parte de los alumnos y, como consecuencia, el caos en su aprendizaje… Además, la sustitución de los horarios convencionales por una conexión constante con los profesores, investigando nuevos conocimientos… puede ser un arma de doble filo, ya que los más pequeños serán sometidos a una constante conexión con sus obligaciones académicas, y puede ser estresante y agobiante no poner fin a su labor día tras día. Además, la conexión online constante minará de manera importante las relaciones sociales de los estudiantes lo que puede influir en el desarrollo de sus habilidades sociales, e incluso a su salud, permaneciendo mucho tiempo en casa sin realizar actividad física y, manteniendo una vida sedentaria.

Respecto al currículo, la sobrevaloración de las competencias digitales, personales (soft skills) y prácticas puede conllevar a un abandono involuntario de los conocimientos teóricos. Ello puede llevar a una formación incompleta de los alumnos, ya que los conocimientos teóricos sobre historia, lengua, matemáticas… son la base de la educación, y las competencias personales y prácticas deben ser un pilar fundamental en su aprendizaje.

Además, el aprendizaje trascenderá el período de la educación obligatoria, dada la facilidad para continuar el aprendizaje a través de Internet, lo cual es algo muy factible y que en la actualidad está ocurriendo. Por otro lado, existe una alerta sobre la progresiva privatización que está sufriendo el sector educativo en España, lo que puede conllevar al aumento de la desigualdad de oportunidades entre estudiantes en base a su poder adquisitivo. Este aspecto, sin duda, podría marcar un retroceso dentro de esta gran metamorfosis que sufrirá la educación hasta 2030.

Por concluir, este nuevo estilo de educación basado en el uso de aparatos electrónicos con acceso a internet (ordenadores, tablets, móviles, pizarras digitales…) conllevará un cambio en la organización de las aulas. Será fundamental un gran número de enchufes que mantengan todos estos aparatos cargados, también la distribución de la clase podrá distribuirse en grupos de mesas para facilitar la cooperación en la búsqueda de información… y las sillas llevarán ruedas y podrán girar sobre sí mismas, lo cual facilitará en gran medida las relaciones interpersonales y la colaboración en el aula.

Fuente: Diario el Mundo.  
Enlace disponible en:


http://www.elmundo.es/espana/2014/10/21/54455b9f22601d22738b458e.html

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