El Informe Delors de la UNESCO, establece en "Los cuatro pilares de la educación" una síntesis de los aprendizajes fundamentales para los escolares en 4 formas: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser persona, aprender a vivir juntos. El establecimiento de estos pilares de aprendizaje se debe a los retos que plantea el siglo XXI, el cual ofrecerá recursos sin precedentes tanto en la circulación como en el almacenamiento de informaciones, y también la comunicación.
Por ello, la educación tendrá que afrontar una doble exigencia:
-Transmitir masiva y eficazmente un gran volumen de conocimientos teóricos y técnicos, que son las bases de las competencias del futuro. -Hallar y definir orientaciones que eviten las corrientes de información más o menos
efímeras y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos.
Por ello, la educación tendrá que afrontar una doble exigencia:
-Transmitir masiva y eficazmente un gran volumen de conocimientos teóricos y técnicos, que son las bases de las competencias del futuro. -Hallar y definir orientaciones que eviten las corrientes de información más o menos
efímeras y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos.
Consecuentemente, ya no basta con que cada individuo acumule una serie de conocimientos durante sus primeros años de vida, sino que tendrá que "aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio".